¿Qué diferencia al té verde del té matcha?

Dos bebidas con antioxidantes y muchos beneficios para tu salud. Pero…¿qué las diferencia?
Ambas proceden de la planta de té verde, pero su sabor, propiedades y preparación no son los mismos. Siendo ambas bebidas extremadamente beneficiosas para tu salud, vamos a establecer las diferencias entre ellas.
La cosecha para producir té verde
En el cultivo de la planta con el fin de obtener té verde, las hojas son recogidas por expertos recolectores de té en las primeras horas de la mañana, cuando su contenido celular está en el punto más suave. Idealmente, se hace en los meses de temperaturas más bajas.
Después, las hojas se pesan y se vaporizan en unos conductos en forma de barril en los que el vapor a alta presión ablanda la hoja y la recubre con sus propios fluidos celulares. Y llega el momento del pre-secado, que detiene cualquier tipo de acción química adicional en las células de la hoja y la prepara para el proceso de secado.
A continuación, se enrollan las hojas y se inicia un proceso de oxidación en el que las células se rompen y la savia se mezcla para después pasar a la cocción. En ella, una máquina elimina la humedad de la hoja.
Uno de los últimos pasos es el secado y modelado, que se lleva a cabo mediante una máquina con forma circular. Para finalizar, el té se tamiza y se clasifica, separando las partículas resultantes según su forma y tamaño para producir distintos grados de té verde.

La cosecha para producir té matcha
El proceso para conseguir té matcha es más minucioso y largo que el de obtener té verde. Además, idealmente, se realiza en los meses de primavera y otoño.
Veinte días antes de su recolección, la plantación de té verde que después se convertirá en matcha se tapa entera. Esta técnica sirve para aumentar la concentración de clorofila, teanina y cafeína, y que el té obtenga los aminoácidos. Después, estas hojas se recolectan manualmente, escogiendo las mejores.
Hasta aquí, aún no se ha producido el té matcha, el proceso empieza en el siguiente paso: las hojas se someten a un baño de vapor y se separan de sus tallos.
Después, se muele la hoja para conseguir un polvo muy fino. El proceso es tan minucioso que en una hora un molino de piedra solo produce 40g de matcha.
Forma de consumir el té verde
Para disfrutar de un buen té verde, se debe calentar el agua hasta llegar prácticamente al punto de ebullición, verter el agua en una taza y añadir posteriormente el té para que se infusione durante no más de 3 minutos.
Son muchos los amantes de este tipo de té que le añaden limón, miel o jengibre para potenciar sus propiedades y modificar su sabor.
Forma de consumir el té matcha
A diferencia del té verde, el matcha en ningún caso se infusiona, sino que se añade directamente al agua. Se vierte un gramo de té matcha en una taza, se añade un poco del líquido con el que se mezclará y se disuelve con un batidor de bambú o eléctrico. Una vez conseguida la disolución, se añade el resto del líquido.
En cuanto a las amplias opciones que el matcha presenta para tomarlo como bebida, en occidente se ha popularizado su consumo con leche, dando lugar al famoso matcha latte. Tanto con leche animal como vegetal, el matcha combina a la perfección. Otras formas de consumo son con agua, que es la vía tradicional, con zumo o en forma de batidos, smoothies, etc.
El té matcha también se incorpora en infinidad de recetas como galletas, tiramisús, y muchísimas más.

Propiedades del té verde y del té matcha
Lo normal al provenir del té verde, sería que el té matcha tuviera las mismas propiedades que este. Pero eso no es del todo cierto. Aunque, obviamente, sí parten de la misma base.
La principal diferencia reside en la forma en la que estas dos variedades resultantes de la misma planta liberan los nutrientes. Recuerda que en el té verde se unen las hojas y los tallos para después infusionarlo. En cambio, en el matcha solo se recolectan las mejores hojas y se separan de sus tallos, obteniendo la parte de la planta con más nutrientes. Además, en lugar de infusionarse, se disuelve.
De este modo, se ha concluido que con una infusión de té verde solo consumimos entre un 10% y un 20% de los nutrientes de la planta, mientras que con una ración de té matcha (un gramo) consumimos el 100% de los mismos, maximizando sus propiedades.
Dos bebidas, una gran fuente de salud
Como has podido comprobar, las sutiles diferencias entre el té verde y el té matcha los convierten en bebidas muy distintas, aunque ambas repletas de propiedades para tu organismo.
Si aún no lo has hecho, empieza ya a llenar tus mañanas de salud y energía con té verde o con té matcha, que maximiza los beneficios del anterior.